lunes, 25 de junio de 2018

LA MANADA: UNA SENTENCIA QUE NO HA DADO TRABAJO A LOS ANTIDISTURBIOS


Como ocurre casi siempre en la mayoría de estos casos en los que una sentencia hace que la dignidad de los ciudadanos quede humillada, doblegada y degradada, la mayor parte de esa indignación queda esparcida en unos cuantos post por la red social, mientras que la agresividad (cuando la hay) queda plasmada o reflejada en unos cuantos gritos o mamporros en unas viejas cazuelas. Tenemos brotes puntuales de irritación y cabreo, pero que se derriten fácilmente con el bochorno de otra injusticia.  La mala leche se nos ha quedado dormida en el sofá con los telediarios, o en los mundiales de futbol, o quizás desperdigada por algunos bares entre copas e intenciones pasajeras. Si a eso le sumamos lo de que la constancia no es una de nuestras mejores cualidades, el resultado es el que es. Nos quedamos dormidos entre sopapo y sopapo, es como si, cuando llegara el domingo por la noche ya no habría nada que hacer hasta el próximo viernes. Somos expertos en dejar espacios en blanco, un vacio de lucha y de compromiso que el sistema lo aprovecha, porque el sistema no descansa “trabaja “de lunes a viernes y festivos. Nos han inculcado ese mensaje en plan FLOWER POWER de que aquí, con la violencia no se consigue nada, y ese slogan facilón y de buen rollito nos lo han colado  los que precisamente defienden sus diferencias e intereses a base de hostias, bombas, tiros y aviaciones pesadas que nosotros pagamos, y que utilizan para defenderse de la ambición de otros que son como ellos. Ahora nos hemos vuelto todos unos correctos pacifistas, de esos que se sientan en una carretera, o en un juzgado, de forma pacífica, a esperar a que vengan los maderos de turno para inflarte a hostias y luego poder colgar los videos en YouTube. Seguramente que con la violencia no se arregla nada, la teoría es esa, la realidad es otra muy diferente, porque este Pais lleva muchas décadas  apestando  a cuarteles, torturas, uniformados, represión, pistoleros a cada dos metros, y si no que se lo pregunten ahora a los catalanes.
Vivimos engullidos entre tanta miseria, tanta penuria  y tanto hijo de la gran puta que ya no nos llega el cabreo para todos. La palabra PRESIÓN ha quedado totalmente desvinculada de nuestra agenda y de nuestra actitud de rebeldía como pueblo, es un simple fantasma que de vez en cuando  transita por la redes sociales  de forma cada vez mas mezquina y frívola .Hemos optado por ese formato de lucha tan HAPPY y de buen rollete, que cualquier día esto termina con entrega de flores a los antidisturbios en un ambiente de total camaradería folkloriko festiva, mientras estos sacan espuma por la boca. Aún recuerdo esa canción que decía: A LAS BARRICADAS A LAS BARRICADAS!!! y que ha quedado en eso, en una simple melodía que entonamos de ciento en viento, cuándo el copeo, el patriotismo barato ,la nostalgia o la farlopa nos llegan hasta las orejas. Quizás empecemos a funcionar  el día que nos atraviesen el alma, pero entonces, ése día…igual ya es demasiado tarde.Patxi Sagarna