Juro amar eternamente a la muerte ante un pelotón de
miradas furtivas.
Por fin celebraba el grandioso día, su vieja memoria le deleitó con un recital de
imágenes archivadas en el olvido.
No quiso retroceder al mañana, quizás el hoy se había levantado demasiado temprano
y quería suspirar con el alma desnuda.
Un montón de usureros rostros cabizbajos se escondían
detrás de gestos mezquinos, pero nadie se atrevía a mencionar su nombre por
miedo a la maldición.
Levanto la cabeza para obsequiarles con su última
ironía para que sus pesadillas por fin tuvieran algún sentido.
Los bastardos corrían desesperados guiados por el
aroma de perfumes baratos, mientras unos perezosos tacones se empeñaban en
sostener el desencanto y la barbaridad.
La vida se ha disfrazado para indignarle al pasado.
Cesó el murmullo de las saetas mientras sus pasos cada
vez se hacían más sabios .
Alguien escuchó el silencio, alguien se encargó de contarlo y allí estaba él
sentado……en la ULTIMA MORADA.Patxi
Sagarna