Y volví a encontrarme en medio de una isla de corazones
rotos.
Aquellos instantes de pasión solo servían para rememorar un
cuadro de personajes furtivos.
Los besos tenían el sabor de alguna traición. Mientras, los
pensamientos se fundían en el fuego de otros días.
Volví a navegar por la nada para no llegar a ningún sitio.
La esperanza amanecía perezosa.
Frases truncadas sin la armonía de los sentimientos. Los cuerpos intentaban disimular la melancolía.
El presente es el pasado, el pasado es el futuro. El mañana ha quedado a merced de la añoranza.
Pones un pie fuera de
la tabla de ajedrez y las piezas siempre se mueven en la misma dirección.
El sueño no es capaz de enmendar el silencio.
Unos ojos te observan
a lo lejos, sus intenciones son confusas. Otros abrazos sirven de alivio en
la madrugada.
Se me arrima un tipo con pinta de Rabino, lleva una
indumentaria extraña y me susurra unas breves palabras: Nunca persigas el pasado , o
solo te encontraras con lágrimas en el camino. Patxi Sagarna