Parece ser que, Atresmedia por medio de la serie Angles: Historia de una fuga ha vuelto a poner en el candelero los macabros crímenes de Alcásser. Por lo que leo, la cinta no aporta absolutamente nada que no sepamos o nos hayan hecho creer ya a estas alturas de la fiesta. No creo en ninguna de las hipótesis que se barajan en dicho documental, es mas, soy de los que pienso que Angles (al igual que le ocurrió al Nani) nunca salió de este País, alguien dio la orden de fulminarlo en cuanto fueron conscientes de semejante carnicería. Juan Ignacio Blanco, el periodista que acompañaba al padre de Mirian en todo aquel periplo televisivo y de "investigación" falleció el 3 de el julio del 2019. Juan Ignacio decía tener en su poder pruebas esclarecedoras del siniestro delito que, según el, guardaba en alguna caja fuerte de algún país extranjero a modo de seguro de vida, puesto que, estaba expuesto a un sin fin de amenazas. Supongo, que el bueno de Juan Ignacio intentó hasta el último suspiro de su vida agitar el avispero con declaraciones intimidatorias de este tipo que, por otro lado, no obtuvieron resultado alguno.
Pero, el otro día, rastreando noticias del macabro suceso me encontré con una entrevista a Miguel Ricart hecha años después de su salida de la cárcel. Podéis verla o escucharla en El Rincón del Disidente, aunque debajo del escrito os dejare el enlace directo. Dicha entrevista deja entrever cosas curiosas. Por ejemplo, las visitas que recibía Ricart en la cárcel por parte de miembros de la Guardia Civil para asegurarse de que éste no cambiara en ningún momento su testimonio, y de paso, trasladarle una serie de amenazas de muerte de las que podía ser objeto su hija. También es curioso escuchar de boca de Ricart hablar, el buen trato que recibía por parte de funcionarios y demás trabajadores del centro penitenciario, dejando entrever casi esa sensación de haber sido una especie de recluso protegido. Pero lo que mas me llama la atención es, la estrecha vigilancia a la que hoy en día se le somete a Ricart, una especie de "escolta" permanente, fantasma, pero que no le quita ojo vaya a donde vaya. Al final del documental, Ricart dice estar dispuesto a que le hagan la prueba del bolígrafo, o lo que es mejor (como el mismo afirma) a que le inyecten tiopentato de sodio o suero de la verdad, sabedor, seguramente, de que ni lo uno ni lo otro va ha ocurrir nunca. También deja un mensaje a la madre de otra de las niñas diciendo que; entiende perfectamente su dolor pero, que pregunte a quien corresponda, a que personas pertenecen los pelos que aparecieron en los cuerpos de las niñas y que no eran precisamente ni de el ni de el "fugitivo" Angles. En definitiva, una buena entrevista que aunque no aclara nada, me sigue haciendo pensar que el documental sobre la "famosa" huida de Antonio Angles no es mas que otra forma de hacernos creer de que los crímenes de Alcásser tienen un culpable, y ese culpable ya tiene su serie de Netflix, así que caso cerrado. El resto, son "conspiraciones sin fundamento" . Y eso, sin entrar en el patrimonio que amasa la familia Angles, que pasaron de vivir en la miseria a tener cerca de veinte pisos, locales comerciales y otros negocios. Neusa es propietaria de cinco inmuebles, Kelly posee otras cuatro propiedades, Mauricio, el menor de los hermanos, tiene otras tres. Teniendo en cuenta que son ocho hermanos, que cada uno saque sus cuentas. En fin, conspiraciones. Patxi Sagarna