Siempre he sido juzgado a través de miradas furtivas, de ojos lejanos, madrugadores en sus sentencias. Ojos que no tienen dueño por que están en todas partes. Ojos ansiosos de derrota, ojos que no lloran, dividen. Ojos que se refugian detrás de las cortinas, ojos que no duermen por que siempre están abiertos para recibir el fracaso ajeno. Ojos que no ven por que el corazón les miente. Ojos que no dan por que están vendidos. Ojos que vigilan cementerios por si se levantan los muertos.
Ojos que están entre las multitudes cegados del todo. Por eso digo muchas veces: que buena es la soledad que te acompaña siempre.No me gusta convivir con el bullicio, es un arte perdido. Conversaciones que desde que empiezan no llevan a ninguna sitio. Compañías que se esfuman con el humo de un cigarro y que mañana estarán bebiendo de otro vaso.
Durante muchos años he despertado con la noche y su destino. Pero también puedo ser fugaz como el olvido. La generosidad hoy también puede morir si yo se lo pido. Mañana será otro día, porque los sueños si se miran con buenos ojos son siempre un respiro.
PD. Bueno, se nos viene encima el 2025 cargado de rock and roll e ilusiones. Dejamos el 2024 con un buen sabor de boca en lo personal. Ha sido un año generoso. Gracias y abrazos para tod@s. Patxi Sagarna.
