Si
amigos, desde pequeño siempre estuve familiarizado con el hombre de
la droga, ese supuesto sujeto con el que había que tener cuidado
pues según mi madre y otras madres solía estar repartiendo droga
fuera de los colegios y encima te la daba gratis (según ellas),
nunca llegue a conocer a tan solidario trabajador, nunca me
ofrecieron droga al salir del colegio y mucho menos gratis. Con el
paso de los años mi madre seguía viendo a este hombre haciendo su
supuesto reparto gratuito diario, es mas, decía que solía ir a un
bar que ellas frecuentaban, así que un día acudí allí, me senté
con mi madre y socias a esperar el momento del trapicheo insitu, el
primer día no paso nada, al segundo entro un hombre algo desaliñado,
delgado de unos 50 años ¡¡¡AHÍ ESTA!! Me dijo una amiga de mi
madre. El señor entro y le dio un paquete al dueño del bar que no
era mas que tabaco de contrabando que por aquel entonces estaba a la
orden del día, no he vuelto a ver a ese hombre, mi madre y amigas
si, calculo que tendrá ya cerca de 80-85 años.Durante
un tiempo la cosa se calmo hasta la víspera de nochebuena del otro
día en que mi madre me miro fijamente a los ojos y me dijo ¡¡HE
VISTO AL HOMBRE DE LA DROGA!! Por un momento pensé que por fin mi
madre se había dado cuenta que tenia ante sus ojos al verdadero
hombre de la droga o al verdadero drogadicto, pero no,se refería al
otro, al ya supongo anciano. Entonces le respondí ”ama invitale a
cenar estas navidades por favor” a lo que mi madre contesto ”hijo
no vas a cambiar nunca tu siempre pensando en lo mismo” Patxi
Sagarna