De cuando en cuando me da por ver películas de estas
catastróficas de bajo presupuesto que casi siempre emiten los sábados o
domingos en cualquier cadena de televisión.Tengo una gran colección de ese
tipo de cine y de otros. Hace tiempo descubrí que este formato de pelis son la semilla del patriotismo
americano, y esa es su misión, no la de llenar salas de cine ni recibir Òscar
.
El otro día haciendo zapping topo con una película de
estas del millón.Iba sobre una pareja joven de recién casados, ella estaba desolada, su madre está gravemente enferma ,apenas le queda un mes de vida y han decidido que pase sus últimos agónicos días con ellos
Pasada una semana suena el timbre, tringgggg tringggg , John
abre la puerta y se encuentra a su enferma suegra embutida en un modelo de
escándalo , con un tipazo que quita el hipo. Imagino que el primer pensamiento
que le ha pasado a John por la cabeza es el mismo que a mi ¡¡¡¡¡Joder… que bien le sienta el cáncer
señora!.En la siguiente escena se abrazan madre ,hija y yerno entre suspiros. La hija le sugiere a su
madre reposo, y para ello le indica que lo haga en la humilde piscina de 90 metros que tienen en el jardín de 3000
hectáreas (no les llega para muchos lujos) tampoco tengo
claro de que trabajan, el guionista a decidido omitir ciertos detalles y
centrarse en el drama de la flamante madre-suegra. La moribunda se dirige a la
piscina y cuando se despoja del vestido ¡la imagen es espectacular! no recuerdo un cuerpo tan perfecto en muchos kilómetros de playa, ni rastro de tratamientos contra la
enfermedad, ni quimioterapia, ni nada por el estilo. La señora se pega 35
largos de piscina sin que aparezca ningún signo de fatiga. Ya por la noche
,después de cenar en un restaurante de 5 estrellas deciden menear el
esqueleto en una discoteca. El atractivo de la señora acapara todas las
atenciones, y esta a modo de despedida, entre el atracón de gin tonic termina la noche con un
joven de unos 45 años que es gerente de ocho hoteles .La noche de pasión en la
habitación del hotel entre la enferma y el chico no tiene precedentes en la
historia televisiva(al guionista se le ha ido la mano). Mientras, su hija y John lloran en la habitación de casa la tragedia de la agonizante suegra, que llega a las 7 de la mañana más fresca que un flan, con una
botella de Johnny Walker en la mano y con más ganas de cachondeo. Ni oncológico, ni reposo ni leches. La fascinante aquejada se va directamente al gimnasio, donde entre cigarros y sauna hace planes con unas
amigas para irse a Las Vegas 4 días….Mientras ,yo pienso eso de que:En América
todo es posible y si no el cine se encarga de ello. Así que voy a comerme una
hamburguesa de callos con cabeza de jabalí y lentejas. Patxi Sagarna