jueves, 15 de febrero de 2018

EL SUICIDIO, UN SILENCIO QUE MATA


El martes acudí a una charla coloquio en la UPV de Donostia organizada por Bidegin, en ella tomaron parte Agustin Erkizia y su mujer Eva Bilbao, padres de Joseba, un joven de 17 años que se quitó la vida un 4 de marzo del 2013. De ellos nació la incitativa de formar Biziraun, una asociación de personas afectadas por el suicidio de un ser querido.
Joseba se quitó la vida sin tener ningún motivo aparente para hacerlo, no había ninguna señal o síntoma de alarma  que podría hacer prever  a nadie  un desenlace así. A veces, algunas personas que optan por este terrible final, no dejan si quiera ese delgado hilo de indicio al que un familiar se puede agarrar cuando la mente le atormenta con infinidad de preguntas, aunque ellos, a su manera, en un lenguaje difícil de descifrar, simbólico unas veces, codificado en otras lo hagan. En ocasiones, la familia tiene la sensación de estar frente a una especie de folio en blanco en el que solo se pueden derramar lágrimas. Vivir enfrentado a los interrogantes, las dudas y los sentimientos de culpabilidad es algo que nadie que no haya pasado por ello puede explicar, ni siquiera  imaginar. A partir de ese momento, todas las situaciones cotidianas adquieren un significado diferente. Supongo, que de repente aparecerán como por arte de magia un sin fin de conversaciones pendientes, gestos, lugares, palabras que hasta entonces apenas tenían la menor importancia, y que ahora adquieren un significado o dimensión especial, en la cual analizas  una y otra vez las cosas para intentar obtener una respuesta (por mínima que sea) que rebaje durante un segundo la intensidad de tu dolor.
Agustín y Eva quizás no encuentren respuesta al ¿Por qué? pero si al ¿Para qué? .Les ha tocado (sin quererlo y  con el apoyo y cariño de más gente) la difícil  labor de emprender un camino que sirve y servirá de cobijo, comprensión y apoyo a muchas personas que se han visto o podemos resultar  afectadas por una adversidad de semejante magnitud. Esto no entiende ni de escala social, ni económica ni cultural. No es tarea fácil, y menos hacerlo con la delicadeza con la que lo hacen ellos, teniendo en cuenta lo embrutecida que  está la sociedad y algunos medios de comunicación, que aprovechan este tipo de situaciones para remover en los detalles más oscuros,morbosos y escabrosos.
Agustín y Eva se limitan a compartir una ayer y un hoy de forma cercana, sencilla, para lo cual usan el lenguaje del corazón, ése que es difícil esquivar.
Compartiendo su experiencia, de alguna manera dan vida a su hijo Joseba,  y han sabido ser más útiles aun si cabe y sacar fortaleza a pesar del drama. Es difícil ubicar sentimientos y emociones que llevan como aliado a la duda y la interrogación, pero darle un sentido a la vida después de una tragedia de este tipo, es lo que nos hace más humanos y más grandes emocionalmente. Creo humildemente, que  habéis descifrado él para que, y quizás dentro del para que… logréis encontrar más de una respuesta. Gracias por vuestra gran labor. Para quien quiera más información dejo enlaces de su web.Gracias.Patxi Sagarna.