Mientras nosotros estamos pendientes de algún Rality Show,
de la última hora deportiva, o de algún debate de esos en alguna cadena en la
que cuatro fascistas se mueven como pez en el agua, ellos, los PENSIONISTAS,
han llenado las calles por las que nosotros caminamos desde hace tiempo
con mucha torpeza y barriga cervecera. Se han puesto ROJOS de indignación y
MORADOS de dignidad. No han perdido el tiempo en hacer quinielas partidistas ni tampoco se han reunido bajo ninguna ideología o sigla concreta, simplemente,
les ha unido el enfado y la irritación y el hecho de que unos sinvergüenzas les
hayan intentado denigrar ofreciéndoles unos céntimos que llevan la marca de la
humillación.
Pero lo que hacen estos canallas no es nada si lo
comparamos con lo que hacemos nosotros al respecto, que no es otra cosa que,
dejar que esta gentuza se ría de nuestros mayores a la PUTA CARA. Les hemos
dejados solos, y ellos@, que nos han limpiado la mierda
una y mil veces nos vuelven a quitar su
olor de encima una vez más. Han llenado las calles de brillo, de esperanza, de
autoestima y de amor propio. Hoy, ellos
han ganado juventud, y a nosotros se nos
han acentuado las arrugas del conformismo,
la pasividad y la resignación. Con su ejemplo de valentía y su actitud
combativa, han logrado aromatizar todos
esos rincones donde ya olía ha muerto, una peste insoportable causa de nuestra
permisividad y tolerancia cada vez que
nos han echado un balde de heces por encima. Son sabios, y tienen esa sabiduría
que dan los años por haberlas pasado putas, saben que las cosas no se arreglan apretando el botón de un
ordenador, ni haciendo consignas fáciles para lucirlas en las redes sociales ni
en los grupos de watsapp, no les interesa ese ambiente lacrimógeno,
anestesiado, de compromiso cuentista y embustero. Y han inundado las calles para que nosotros
presumamos de pundonor en nuestros muros y perfiles folkloriko políticos -
sociales. Gracias por remangaros una vez más, por preocuparos de que mañana tengamos
el plato de comida caliente encima de la mesa, porque si es por nosotros nos
devora la sumisión y la calderilla.
Seguro, que algunos ya estarán haciendo cálculos
electoralistas para ganarse su voto, sobre
todo, esos que son de izquierdas siempre menos cuando hay que
demostrarlo. Los PENSIONISTAS, representan ahora mismo a la juventud de este país,
son nuestro mayo del 68 y no les hace falta lucir camisetas con ningún slogan
ni la cara de ningún revolucionario, lo llevan dentro, en el alma. Alguien dijo
eso de: Juventud divino tesoro. Yo (con su permiso) uso otra frase más acorde a
mi personalidad: LOS VIEJOS ROKEROS NUNCA MUEREN. Patxi Sagarna