viernes, 20 de septiembre de 2019

ATAQUE DESPROPORCIONADO OBSESIVO

Parecía que la neumonia me había cerrado de un portazo cualquier indicio de ataque obsesivo. Incluso mi ultima obcecación por las natillas había desaparecido de forma milagrosa. Así que,aparte de haber perdido algún kilo por el camino y la susodicha prueba del colon,pensaba que mi vida volvía a una normalidad y calma aparentes.Hasta que un nuevo episodio puso a prueba mis registros mentales.Os cuento:
Bajo de casa para dirigirme al ensayo, abro el buzón y me encuentro con un librillo de propaganda. Es de una herboristería(reconozco que tengo cierta capacidad o debilidad para caer en el mundo de las hierbas cocidas o la infusión). Mientras ceno ojeo el librillo. De repente noto un calor que me sube por la cabeza, no se si se debe a la reacción de la sopa de ajo o a que el asunto de los diferentes brebajes me esta empezando a poner cachondo. Sigo viendo el catalogo de la tienda a la vez que se me empiezan a pasar por la cabeza infinidad de combinados "medicinales"posibles made in Patxi Sagarna. Para saciar mi apetito folklorico herboristero y empezar a entrar en ambiente me preparo una infusión con todas las pócimas que tengo en ese momento a mi alcance. 
Al día siguiente y de manera puntual acudo al citado establecimiento. Le expongo a la dependienta mi circunstancia actual, es decir, que vengo de una neumonia que se me ha alargado un mes y medio. Ella se hace cargo de la situación y me da una bolsista pequeña con unas hierbas para que me las tome en forma de infusión dos veces al día durante una semana. Dado mi estado obsesivo aquella bolsa me parece algo ridículo, insultante, y aunque insisto, ella amablemente me sugiere que con eso es mas que suficiente.
Recuerdo que de camino a mi casa hay otro establecimiento de las mismas características y decido probar suerte. 
Para asegurarme el éxito,pienso que es mejor ampliar y agravar un poco el diagnostico. Le comento a la dependienta que aparte de la neumonia también tengo síndrome del norte, me creo que soy alguien en el  facebook, que tengo algo de radiactividad por culpa de mi MP3 que esta hecho con material de desecho de Chernobyl. Me vengo arriba y amplio aun mas el historial. Continuo explicándole que padezco espasmos y pesadillas cada vez que veo al fantasmagorico Iker Jimenez. Los martes y viernes-prosigo- tengo trastorno bipolar y el resto de la semana sufro ataques de ego, alucinaciones perceptivas, principio de esquizofrenia, trastornos disociativos, de personalidad, trastorno místico religioso (me creo Dios). 
Para entonces la dependienta ya me ha preparado 15 bolsas con diferentes brebajes (esto ya es otra cosa me digo para mis adentros). Me empieza a explicar que porción y cantidad tengo que poner en cada toma pero no le escucho, estoy totalmente perturbado, con unos indices de desequilibrio obsesivo desmesurados, solo quiero llegar a casa y empezar mi akelarre particular. Pero de repente paso por un bar y se me antoja un bocadillo de vainas con revuelto de mortadela y callos rebozados con mayonesa, caldo de calcetines usados y con olor a pies.Patxi Sagarna