Es la una de la madrugada y termino en urgencias con un amigo. A las diez de la noche ya le patinaba la lengua, después se le ha deslizado el cuerpo entero.Un medico le hace una primera exploración y acto seguido nos mandan a una sala de espera.Cuando llevamos unos diez minutos entra un señor mayor en una camilla con su hijo. Por la forma de vestir del vástago intuyo que son de algún pueblo de la Guipuzcoa profunda.Va bien vestido y con ropa de marca pero resulta tremendamente hortera.
Parece que el hijo no esta muy contento con la camilla que le han asignado al padre. Según le comenta a la enfermera, el es tornero y observa que, la camilla tiene una acentuada inclinación hacia la derecha. La enfermera hace cuatro movimientos en la camilla por contentar al mozo y se marcha. El tornero empieza a hacer bruscos movimientos en la camilla en un intento de buscar la comodidad del progenitor , en uno de estos, la camilla se vuelca hacia un lado,al padre se le suelta la vía del suero y gracias a los reflejos de un señor que esta al lado no termina por los suelos. A todo esto hay que añadir los gritos de un chaval pasado de vueltas que no hace mas que pedir a gritos que le traigan un puto bocadillo. El tornero sigue a lo suyo. Ahora le ha dado por el reposa cabezas, la enfermera mira de reojo y le sale humo por la cabeza. Al tornero no hay palanca que se le resista, la cabeza de su padre tiene tal zarandeo que parece la niña del exorcista, y la espina dorsal en cualquier momento le va a salir al pobre disparada al techo.El padre esta desolado, hace un cabreado conato de levantarse para marcharse ,gesto que es impedido inmediatamente por el audaz tornero que a estas alturas, anda agachado observando los entresijos de la camilla por debajo.Salgo a estirar un poco los pies y de repente escucho un estruendoso ruido,entro en la sala,no se que ha pasado con la camilla pero el padre del tornero esta en el suelo, el dispositivo del suero se ha caído, el tornero lo ha pisado, se ha patinado y se ha caído,lo han intentado levantar pero parece que se ha fracturado algo.
Después del revuelo la cosa se tranquiliza. La siguiente imagen que veo es la del tornero y el padre cada uno en una camilla diferente. Pasados unos quince minutos traen a una chica en otra camilla, el tornero desde sus nuevos dominios observa que las ruedas de la camilla chirrían.Yo intuyendo un nuevo episodio de ajustes mecánicos le digo a mi amigo que me voy a fumar un cigarro y que le espero fuera.