Voy caminando por la playa y recibo una llamada de mi amigo J.M. La noticia me deja helado, acaba de fallecer un amigo con el que durante muchos años y hasta ayer mismo compartíamos cafés y charlas. Mi capacidad de reacción ante el fatal y repentino desenlace se bloquea. Decido sentarme en un banco de Alderdi Eder mientras la idea de que nunca mas le voy a volver a ver se me incrusta de forma intensa. Después de un par de cigarros mi mente se sosiega y retomo la caminata, aunque la palabra nunca sigue acechando mis pensamientos, los cuales dan paso a una pregunta: A cuantas personas no vas a volver a ver en el resto de tu vida?. La pregunta evidentemente va dirigida a las personas que aun viven, personas con las que he compartido amistad, momentos, relacion, risas, paseos, secretos, intimidad, y que han terminado en lo que yo denomino una muerte emocional. La muerte emocional no tiene el impacto de la muerte física, la primera es mas lenta y tiene su proceso, hasta que llega a su apoteosis final con la desaparición de sentimientos y apegos. Quizás sea una cuestión inconsciente, o un mecanismo de auto defensa o de supervivencia pero, de repente, todo se desvanece hasta terminar en la mas absoluta nada emocional, es decir, vas pasando etapas hasta llegar por fin otra vez al camino de la sensatez y la armonía para contigo mismo . Personas que antes ocupaba minutos, horas y días en tus pensamientos. Que tenían un hueco en tus sentimientos, en tu día a día, con los que había grandes dosis de afectividad, con las que tenias un apego especial y profundo, incluso gente con la que llegaste a pensar que tu vida sin ellos no tendría ningún sentido, pues bien, todo eso se evapora de forma casi natural, y lo curioso es que, cuando tu mente y tus emociones han vuelto a su equilibrio racional te importa un bledo esa realidad mas que posible de que ya nunca jamás los vuelvas a ver. Algunos, han hecho tantos méritos propios que, la mas que probable posibilidad de no volverles a ver nunca es casi reconfortante, en otros, el proceso es mas costoso, porque en su paso por tu vida la experiencia resulto ser educativa, pedagógica. Pero nuestros ojos nunca nos dejan ver un poco mas allá, nos creemos inolvidables, imprescindibles, insustituibles, cuando la realidad es mucho mas abrumadora porque al igual que olvidamos nos olvidan. Cuando nos queremos dar cuenta estamos ya lejos de ser el pensamiento o el sentimiento de nadie, nuestros recursos mentales hacen su trabajo y fulminan de un plumazo cualquier intento de recuerdo con sabor añejo . La vida es extraordinaria y sorprendente, cuando crees que algo termina es precisamente cuando realmente empieza, para bien o para mal, pero ahí está el reto. La sabiduría adquirida con el tiempo, la experiencia, la prudencia, la cordura, la serenidad junto a la aceptación son buenas armas para manejar todos estas "intrigas". Y seguro que nunca mas te cruzaras con unos, pero te encontraras con otros, te entusiasmaras y decepcionaras al mismo tiempo. Así es el ciclo, la rueda, el aprendizaje, aunque este ultimo la mayoría de veces se vea desplazado por la arrogancia o la tozudez. Quizás la vida nos tenga preparado un final mas lúgubre y la soledad nos esté esperando a la vuelta de la esquina, pero son leyes naturales, igual de naturales que la muerte. D.E.P amigo.
Patxi Sagarna
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