Esto de que cada vez que televisan un debate electoral cada aspirante a presidente se rodee de una cantidad aparatosa de asesores me parece insultante. Parece ser que, hay muchos primos a los que enchufar y lo de asesor les va como anillo al dedo. Lo de la humanidad, el carácter, los valores, los defectos, cadencias, o la capacidad de reacción e improvisación de los aspirantes queda totalmente deslucida, porque siguen un guion perfectamente milimetrado donde no hay hueco alguno para la espontaneidad o la naturalidad. En este tipo de debates el cinismo es el Rey. Uno tiene la impresión de que el asesoramiento ha tenido lugar en un pub a las cinco de la mañana con su consiguiente carga etílica y derivados. Porque que a alguien a estas alturas se le ocurra intentar hacerme digerir en vivo y en directo de que, la sanidad publica goza de buena salud, dé que podemos presumir de rozar índices de pleno empleo (aunque este sea precario) o de que la mayoría de perceptores de ayudas son pensionistas me hace pensar de que los supuestos asesores perciben la realidad de una manera que nada tiene que ver a como la percibimos la mayoría de ciudadanos o por lo menos yo. Pero les pagan para eso. Les pagan para mentir, manipular y tergiversar. Son psicópatas y mercenarios sin un ápice de empatía ni respeto para la ciudadanía ni para sus propios votantes. Es humillante escuchar sin ruborizarse lo mas mínimo de manos de estos sinvergüenzas cosas como que, les preocupa nuestra salud mental, cuando son ellos mismos los que se encargan de destrozarla de forma totalmente calculada y bien diseñada. Son capaces de fingir frente a una cámara y poner cara de afligidos si la situación lo requiere con tal de meterse cuatro votos al bolsillo. Pero la realidad es que les importa una puta mierda la precariedad laboral, los asesinatos machistas, las eternas listas de espera en la sanidad publica, el que no te puedas emancipar en tu vida, tu equilibrio mental etc. Me los imagino el día después, analizando el debate y comentando entre risas: Mira, aquí te falto poner un poco mas cara de apesadumbrado, y en el minuto veinte, tenias que haber derramado alguna lagrima mas aprovechando el efecto del spray pimienta.
Es curioso que, para mentir, manipular, falsear, blanquear, ocultar, corromper o robar haga falta tal cantidad de asesoramiento y semejante despliegue televisivo. Para colmo, el debate tiene un orden de preguntas, es decir, ya saben los temas que se van a tocar y en que orden, es como si te chivaran el examen del colegio un mes antes y aun así catearas. Pues eso le ocurre a esta mediocre clase `política, que aun sabiendo de antemano el contenido del examen tienen que llevar un sin fin de chuletas y asesores, y ya ni por esas logran convencer, porque de lo de vencer... ya hablaremos en otro momento. Patxi SAGARNA
