Todo vale para blanquear la “conciencia “de este país, si no
te convencen los argumentos que te dan, te plantan de inmediato una serie de
televisión como la del otro día sobre el cuartel de la Benemérita de
Intxaurrondo. Aquí la patria se construye a base de ostias, después, cuando
haga falta, ya llegara algún “director” de cine patriótico en nòmina para que
arregle el entuerto.
En la serie, nos dan a entender lo duro que era vivir en
aquellos años en dichas instalaciones, el acoso, la tensión en la que vivían
tanto los agentes como sus familias. La “película “estaba basada en un libro
escrito por Rafael Vera (como no podía ser de otra manera) un individuo acusado
y encarcelado por pertenencia a los GAL, que viene a ser como si al
narcotraficante Pablo Escobar le hubieran puesto al frente de una brigada de
narcóticos .Pero estas cosas pasan, en este país ocurren, aquí un violador
puede terminar dando clases de educación sexual en los colegios, o por la tele.
En Euskal Herria hay cientos y cientos de testimonios de ciudadanos
vascos que han sufrido tortura en ese macro cuartel, y recalco lo de
ciudadanos, por que en alguna época ,cualquiera o casi todos éramos
sospechosos para los miembros de los cuerpos policiales y parapoliciales. Te
aplicaban la ley anti terrorista, estabas incomunicado, y al cabo de unos días
quedabas en libertad sin cargos después de haber sufrido la bañera, electrodos,
la bolsa o algún tipo de violación con algún objeto que tendrían a mano. Muchas
veces no terminaba ahí el calvario, eras traslado a Madrid a la también
temida DGS ,donde proseguían las torturas hasta que te dejaban reventado o
firmabas lo que te obligaban a firmar ,para de esta manera cruel y con falsas acusaciones encerrarte un porrón de años en la cárcel. Al margen de ideologías, aquí en Euska Herria todo el
mundo sabe lo que allí pasò. No hay cosa más terrible en la historia que querer
ignorar la propia historia, peor aún, taparla, dulcificarla, ocultarla y
manipularla según convenga. Intxaurrondo solo se puede enmarcar en una serie de
sucesos oscuros, violentos, macabros, tristes y muy dolorosos. El
documental que se emitió después rallaba la sin razón, se utilizaban términos
como “herramienta” y NO organización terrorista o terrorismo de estado a la hora de
denominar a los GAL, se negaba cualquier indicio de tortura, todo muy
maquillado en un ambiente victimista que al final termina siendo para
espectadores como yo otra verdadera tortura .Supongo, que a las personas que
hayan sufrido la brutalidad, el odio, la violencia y la barbarie de agentes de
este cuerpo en los calabozos y mazmorras de ese cuartel, no les será muy grato
ver como esos edificios y lo que han representado para muchos de ellos siguen
ahí, intactos, absueltos del delito, porque eso, como otras muchas cosas,
tampoco debió ocurrir. Pero algunos se empeñan en lograr la paz tapando la
boca a otros muchos gritos de dolor.Patxi Sagarna.