Tenía pensado otro tema para hoy, pero el terrorismo
machista desgraciadamente ha dejado otro reguero de sangre este fin de semana.
Susana, Valentina y Beatriz son los nombres de las últimas mujeres ASESINADAS a
manos de unos genocidas. Lo llamo terrorismo porque es algo totalmente
premeditado, calculado y planificado por
unas mentes con una frialdad escalofriante.Además, este tipo de sujetos
después de cometer su particular sangría encuentran el alivio de haber quitado
del medio por fin, a la persona que “perturbaba”
su vida, o dicho de otra manera, ellos se consideran las víctimas, unos Romeos que por
“amor” se ven obligados a recurrir a esta carnicería “romántica”.
Los programas de educación, sensibilización y prevención han tenido un efecto aceptable con la generación actual, lo tendra con la que viene detrás, también lo tiene
con ALGUNOS de los que están pero no lo tiene con los que SON, y ahí es donde no se atreven a meter el dedo en la yaga, y menos en este país en el que nos
hemos vuelto unos tikismikis de cuidado, nadie se atreve a poner las cartas
sobre la mesa no vaya a ser que luego nos tachen de fascistas o
intolerantes. Aquí sale más barato matar a una mujer que quemar un contenedor,
a lo primero aún se le da un aire pasional, de disputa (como he visto hoy en alguna televisión) lo
segundo ya tiene que ver con actitudes terroristas, y para esto sí, para esto
del "terrorismo" las leyes se pueden cambiar, se pueden endurecer, modificar, o se
las pueden pasar directamente por los huevos (esto ya depende de la orientación
política del imputado).Y como la ley está (cuando está )para lo que está, esto
anda de bote en bote de perturbados con mentalidad criminal machista y otros
calificativos que acaban en ista ,con antecedentes, reincidentes ,que mientras
no cometan el delito “gordo” (el de asesinar a una mujer)pueden pasarse años
titubeando con la justicia sin que tenga mayores consecuencias.
Aquí se han hecho pactos contra el terrorismo, contra ETA,
manifestaciones con los principales líderes políticos encabezando su propia
hipocresía muchas veces, se mandan miles de policías a un campo de fútbol y
alrededores para velar y extremar las precauciones por un atentado yihadista,
mientras el terrorismo machista lleva 27 muertos en lo que va de año.
Es necesaria una implicación completa del sistema político y
un endurecimiento de la ley para con estos asesinos, que se sientan
acorralados, perseguidos y marginados, que por lo menos antes de cometer un
crimen sepan de antemano que ya no volverán a poner un pie en la puta
calle.Patxi Sagarna