La entrada
de un nuevo año siempre me produce la misma sensación, la de un montón de
enfermos de cáncer celebrando su primer día de quimioterapia (y lo digo, con
todo el respeto que me producen las personas que están pasando algún trance difícil
debido a esta terrible enfermedad).Nos sumergimos en un especie de breve espejismo
folclórico emocional, en el que uno piensa que todos los estragos, calamidades
y males pasados se van a regenerar o evaporar por arte de magia. El 2017 seguirá estando
entre nosotros como un fantasma, como esos fantasmas que venimos arrastrando
del pasado y que alguien se encargó de dejar atados y bien atados. Por eso,
solo seremos el fracaso de un año más al que llamaremos AÑO PASADO, y que nos tocara la puerta para recordarnos que
aquí NO HA PASADO NADA, que las facturas
de nuestra propia inmovilidad y estupidez no prescriben, se acumulan. Seremos
tu vergüenza y la mía, los anti-todo que no terminan de hacer nada, los que se
conforman con lo PEOR, siempre y cuando lo PEOR no empeore aun mas. Seguiremos
siendo los mismos solidarios embusteros a los que la solidaridad anónima, sin
aplausos, sin testigos no les merece el
menor sacrificio. Continuaremos teniendo ese PERFIL torpe, inofensivo que entrega
su voto al MIEDO con la misma facilidad con la que luego se avergüenza de él.
Seguiremos siendo los mismos machistas, con las mismas manos manchadas de
sangre e idéntica fragancia varonil y criminal,
aunque a veces (algunos) lo intenten camuflar de “románticos” homicidios.
Mientras, les seguiremos consintiendo a
los principales líderes políticos, el hecho despectivo e insolente de no
asistir a los funerales de las mujeres asesinadas, al fin y al cabo, ese tipo
de TERRORISMO ni engorda ni rebaja el
número de votos en las urnas. Y será por eso, por ese compromiso frágil y acomodado,
por el que no nos faltaran MANADAS de perturbados en nuestras fiestas. Seremos
otra primavera con escasas flores ROJAS, otro verano bochornoso, otro uno de
mayo fallido, otra careta de carnaval con pocas luces, y por fin…otras
navidades. Nos conformaremos con tener algún que otro titular en páginas
deportivas, aunque este haya sido ganado a ostias. Seguiremos haciendo oídos
sordos a los gritos de sonrojo, llanto y desesperación que nos llegan de los
que aun yacen en las cunetas. Seguiremos entonando la misma canción con la que
hemos adormecido a la REVOLUCIÓN, con la diferencia, de que ahora los canticos vendrán
desde lujosos despachos. Seguiremos defendiendo y
empachándonos de cultura ajena, mientras la nuestra agoniza en el fondo de
algún viejo baúl. Seguiremos siendo un calendario mutilado por los recortes y
demás estafas políticas, las cuales
seguirán haciendo que muchos hogares se las sigan viendo canutas para llegar a
fin de mes, que otros suden lagrimas para ni si quiera sostenerse la primera quincena, y que otros tantos,
acumulen hoy tanta desgracia, injusticia y tristeza, qué el árbol de navidad más
cercano que perciban, sea el árbol del AHORCADO. Patxi Sagarna.