Es bochornoso ver, como cada vez que entran en juego determinados
abogados y defensores para sostener hechos del tipo como el que actualmente se
está juzgando en Pamplona, concretamente
a la MANADA, resulta curioso (digo) observar con que habilidad algunos son
capaces de cambiar la orientación del
discurso ,atraer el foco de atención hacia otro punto ,retorciéndolo, hasta
darle un tratamiento ajustado a los intereses de sus defendidos .Siempre que un injustificable y repulsivo hecho como este salpica a la sociedad ,y de
alguna manera genera un granito de conciencia, otros se encargan como por
rutina de sembrar y suscitar miles de kilos de confusión. Algunos, tienen una
destreza increíble para moverse en este tipo de barrizales. Saben soltar la
palabra “exacta “en el momento oportuno, y en estos casos, suele ser cuando hay
alguna cámara o medio de comunicación delante. En un tono siempre muy amable,
dejan caer frases del tipo: había bebido alcohol, hábitos sexuales de la
joven, relación consentida y placentera, vídeo porno, fantasía sexual, turismo
festivo sexual, fumar unos porros. Estos son algunos de los
términos que se han utilizado en el juicio contra la MANADA. Teniendo en cuenta
el triste y alto grado de mentalidad machista que abunda en este País , sobre
todo a la hora de juzgar delitos de este
tipo y otros, a estas alturas de la fiesta, a más de uno le acaban de poner en
bandeja de plata la evidencia que respalda
su “peculiar forma de pensar” es decir, en algunos “cerebros” queda
resuelta la ecuación ,y por lo tanto la chica en cuestión era :una borracha, drogadicta, provocadora,
a la que le iba la marcha y tenía ganas de que le darían caña .Este
tipo de alegaciones ,también tienen la capacidad de generar dudas en algunas
mentes de razonamiento un tanto absurdo, de pocas luces o facilón ,les hace caer en esa especie de trampa
del subjuntivo o de desconfianza hacia la víctima, y esto ocurre en hombres y en
determinados perfiles de mujeres también al día de hoy . Además, la defensa en
este caso hace hincapié en teorías como que: en el vídeo, la chica practica las felaciones
con los ojos cerrados…y eso es sinónimo de placer. No se dé
donde se sacan semejante argumento, o de un puti club, o de alguna web de
pornografía on line. Y ya para rematar, en su exposición algún letrado argumenta
que los “muchachos” tienen un perfil infantiloide, son buenos hijos, para así, con
esa sutileza de la que hacen gala algunos, darle al discurso un aire enternecedor, de
ingenuidad y victimista, como si los “pobres chicos” hubiesen caído en manos de
una pájara o lagarta de cuidado. Ojalá me equivoque, pero me temo que el
veredicto nos va hacer aterrizar otra vez en la triste realidad jurídica y
social en la que vivimos. Patxi Sagarna.