Mi amigo JM alias "folkloriko" siempre dice que en los colegios de curas les hicieron asimilar desde temprana edad que, a este mundo se viene a sufrir. A veces, cuando te juntas en un corrillo de mas de tres personas, te da la sensación de estar en una competición de: haber quien las ha pasado mas putas. En ocasiones, te ves tan fuera de lugar que tienes que improvisar tu propio valle de lagrimas para no desentonar en el ambiente. Cuando uno escucha los dramas propios y ajenos, se da cuenta que por lo general tienen su raíz en hechos o actos que han ocurrido en un momento puntual, y de los que no eras consciente de las repercusiones que después podían tener en un futuro a corto, largo, o medio plazo. Si antes de hacer o decir algo fuésemos capaces de pensar durante un segundo en las consecuencias que puede tener en un futuro, y de que manera tan adversa puede afectarnos a nosotros mismos, es mas que probable que ninguna de esas acciones se hubiera llevado a cabo, y por lo tanto, nuestro interior se encontraría un poco mas indolente . La mayoría, o por lo menos mucho del sufrimiento que corre por nuestro interior está provocado por nosotros mismos y nuestra incapacidad para gestionar después la repercusión, el alcance de la misma en tiempos venideros, y las irreparables secuelas que nos dejan a su paso. Nos hemos vuelto temerosos y cobardes a la hora de hacer frente con nobleza a las repercusiones y el alcance de nuestros propios actos. Si uno tiene un ápice de honestidad, observara como actos puntuales que parecían no tener trascendencia alguna te han ido haciendo mas desgraciado con el paso de los años, y que, de muchos, ya no has levantado ni levantaras cabeza. Y aunque el orgullo (por castigo añadido) te de fuerzas para seguir caminando, ya nada será igual. Esos posos emocionales acumulados con el paso de los años y que transitan por tu interior, el arrepentimiento tardío, el no haber solventado las cosas en su momento preciso como se deberían haber hecho, eso, eso se traduce en lo que mi primo llama ZOMBIE DEPRESSION. A partir de ahí, tendrás que entretener o despistar al tormento de formas cada vez mas grotescas o absurdas, y mientras observas que tu sueño es cada vez mas difícil de conciliar cada noche, se hará realidad ese sabio dicho que dice: Murió a los treinta y le enterraron a los ochenta. Y es entonces, y solo entonces, cuando piensas en que eras feliz y no lo sabias, que lo fuiste muchas veces sin darte cuenta, pero que tu desacertada unas veces y obstinada forma de ser otras lo echó todo a perder una y mil veces, y que te has convertido de por vida en un amasijo de sufrimiento en el que con toda seguridad (aunque tengas algún día o momentos de claridad ) volverá a sumergirte sin remedio en esas mil noches de profunda oscuridad con sus consiguientes crisis, angustias, depresiones, y declives. El otro día con mi amigo, recordábamos un episodio duro que tuve de depresión hace ya bastantes años. Aquella depresión fue la mejor escuela de aprendizaje, porque desde entonces, antes de hacer una cosa me la pienso cien veces, y aunque a veces cometo errores como todo ser humano, ahora uno sabe cuales son las herramientas de salida para que dichos desaciertos no te alteren el sueño. No quiero que nadie me otorgue la medalla del sufrimiento, pero ni mucho menos quiero que me la otorguen por méritos propios. Y todo esto no me lo han contado, lo se por vivencia propia, que al fin y al cabo es lo que nos hace ser mas prudentes hoy en día en esta vida. Patxi Sagarna.