martes, 10 de septiembre de 2024

SE TERMINARON TUS MILLONARIAS VACACIONES GILIPOLLAS

 Seguro que, para cuando estéis leyendo esto habrá terminado vuestro periodo vacacional. Algunos, cómo buenos ciudadanos y para no faltar a las costumbres, ya habréis pedido cita con el medico para coger la baja. Al final, tanta insolación voluntaria, tanto chiringuito, tanta paella de marisco recalentada, tanta comida basura, tanto copeo nocturno y derivados pasan factura. Después del periplo vacacional, cuando llegas otra vez a casa estas como si te hubiese pasado un tren por encima, hecho un puto Cristo. Insomnio, diarreas de todos los colores, síndromes varios, irritabilidad, dolores musculares, lumbago, ciática, en fin, que la pasión de Jesucristo se queda pequeña. Y no espabilas, todos los años te pasa lo mismo. Pero este tipo de turismo es bastante habitual aun entre nosotros. Luego esta el otro, el de toda la vida, el del pueblo. Desde que existen las redes sociales eso de ir al pueblo como que no vende, es poco fotogénico, parece una especie de turismo empobrecido pero es el turismo inteligente, el que te aporta descanso, desconectas, cargas las pilas, comes como Dios manda y no te hace falta andar haciendo el idiota para que te vean por el facebook. También los hay quien se alquilan una casita o apartamento cerca del monte o el mar, dentro de sus posibilidades, en sitios asequibles para su economía, lejos de grandes bullicios salvo los necesarios por estas fechas, gente que dedica su periodo vacacional al reposo, a actividades como paseos, visitas algún lugar concreto, cenas estimulantes en la intimidad y sin grandes excesos que les puedan alterar el día después.

Y después están los mas temibles, los que piden un préstamo al banco para irse de vacaciones. Estos están todo el puto día poniendo fotos en las redes como si de personajes de la jet set se tratara, haciendo posados como si fuesen para alguna revista del corazón, en la playa o con un yate de fondo, grabando videos ridículos, retrasmitiendo cada minuto de su gilipollez y sin ser capaces de poner limite al continuo ensayo de aparentar. No hay cosa mas mezquina que un pobre intentado trasmitir opulencia, y eso, últimamente abunda. Luego pasa lo que pasa, que tu simulacro de perfil acaudalado hace que, después, durante el resto del año, no halla manera de poner un plato de lentejas con chorizo sobre la mesa porque se va del presupuesto y porque hay que pagar el préstamo del banco para, luego, pedir otro en semana santa para ir a esquiar, y así sucesivamente. Que no se diga. Lo de ir de millonario se paga, no te privas de nada pero careces de todo. Después, ves a tus vecin@, a esos que se van al pueblo de vacaciones, o a los que las disfrutan de forma mas discreta y menos opulenta, y los ves subir todos los días con la bolsa de la compra bien cargada, mientras tú, tienes que hacer ingeniería económica para comprar un manojo de puerros en el supermercado. Pues eso, hasta el año que viene. Mientras, me comeré un bocadillo de hígado caducado con pate apis y salsa de excrementos de cocodrilo de Alaska. PATXI SAGARNA