Los cementerios ya no son esos lugares con aspecto sombrío y tenebroso que tanto nos mostraban las películas del genero de terror. Un día soleado, uno puede dar un paseo y encontrar calma y relax y, de paso, poner un poco de orden en su ego y orgullo observando a la gente que ha dejado este mundo de forma un tanto precipitada. Pasear por un cementerio puede resultar al final un ejercicio de reflexión, por lo general, uno sale un poco menos estúpido y soberbio de lo que era instantes antes de entrar. Los muertos, con su escrupuloso silencio son capaces, aunque sea solo por unos instantes, de hacernos un poco mas humanos, aunque después nos comportemos como si no fuésemos a morir nunca. Caminar mientras uno observa las caras y los nombres de los que nos han ido dejando puede resultar terapéutico. Mirar a la muerte frente a frente es como una especie de ejercicio de humanidad y humildad si se administra bien y, si uno, esta dispuesto a "leer" entre líneas el mensaje que se oculta en medio de semejante mudez. Uno, también puede observar como la arrogancia tiene herederos, como si la misión de algunos seria la de poblar cementerios para así librase de ellos, pero nada mas lejos. Nadie sabe lo que hay detrás de ese ultimo suspiro y, aunque las opciones de vida después de la vida aumenten entre teorías en boca de personas que incluso tienen méritos científicos y, algunas mas que curiosas experiencias, el silencio de los que se van sigue siendo la gran incógnita. Quizás, los cementerios sean esa simple morada donde mantener de alguna manera el recuerdo terrenal mientras nuestros difuntos transitan por algún otro tipo de dimensiones desconocidas para el resto de los mortales. ¿Quién sabe?. Sea cual sea la respuesta a semejante incertidumbre, la cuestión es que, vivimos para matar y matamos para vivir, no hay nada en esta vida capaz de humanizarnos lo mas mínimo. Pero aun así, iremos a parar a nuestro ultimo reducto democrático, donde unos se entremezclan con otros en medio de un riguroso silencio. Los cementerios son libros de historia, una especie de biblioteca donde se entremezclan infinidad de sucesos, memorias, relatos, crónicas etc. Así que ya sabes. Patxi Sagarna.



















