jueves, 16 de noviembre de 2023

A MI SI ME GUSTA LA NAVIDAD

 Pues si, me gusta la Navidad, no es que esté saliendo del "armario" ni nada por el estilo, me ha gustado toda la vida y quien me conoce lo sabe. Volver al manoseado discurso de que la Navidad es la cumbre de la hipocresía me resulta ya fatigoso. En Navidad no somos mas hipócritas de lo que lo llegamos a ser el resto del año, quizás las copas y la farlopa acentúen un poco mas nuestros niveles de fingimiento y simulación. Ojalá tendríamos la capacidad de ser así durante el resto del año, aunque sea de manera fingida, fraudulenta  y un tanto teatral. Si ese simulacro de bondad lo estiraríamos un poco mas, seguro que el aire que respiramos el resto del año seria un poco mas soportable. Pero pedir semejante esfuerzo a gentuza como nosotros es como predicar en el desierto. Cargar sobre unos días concretos la desvergüenza, la desfachatez y la arrogancia en la que estamos sumidos por méritos propios me parece grotesco y en momentos irrisorio. Y no voy a entrar ni en cuestiones religiosas ni ideológicas, porque todos en base a sus intereses representan su hipocresía. Respecto a todo lo referente a la religión y derivados tengo mi propia forma de ver las cosas, y en lo que a ideologías se refiere no tengo ninguna necesidad de agradar a nadie ni de andar de "queda bien" por la vida, ni tampoco tengo que amoldarme a discursos según sople el viento y las circunstancias. Y puestos a opinar, la religión católica me puede parecer igual de infame que el Islam, y nombro estas dos por ser de las mas representativas junto al Hinduismo o el Jainismo. No es cuestión de enumerar las mas de cuatro mil religiones que coexisten entre nosotros. Los números de un calendario que yo sepa no tienen la capacidad hipnótica de transformarnos, es decir, el que es imbécil como yo el veinticuatro de diciembre lo es el resto del año. Somos unos pamplineros de verborrea fácil, de intencionalidad barata basada como mucho en la lectura de un par de libros de auto ayuda que, para colmo, lo utilizamos para darnos un maquillaje de bondad y seguir jodiendo pero con cara angelical y en plan trascendental, o para colgar un par de frases profundas en el Facebook e impresionar y, ya de paso, darnos ese aire de místicos-espiritual o de chaman on line. Somos mentira con grandes dosis de apariencia y miedo, por eso, si  nos va mal  nos confortamos con que no nos vaya peor. Somos un fraude, y los somos en Navidad, en Semana Santa, en San José y en San Leonardo Dantes. Así que, este año, como ya me he venido arriba voy a poner árbol de Navidad, Belén, luces folclórico festivas en el balcón, y hasta voy a montar un after hour en noche vieja en mi habitación con enanos ,trapecistas, protésicos dentales, trastornados, personal con síndrome de Diógenes, malabaristas, deprimidos, obsesivos  y sopas de ajo de madrugada. Patxi Sagarna.