lunes, 1 de enero de 2024

EN LA CIMA DE LA MONTAÑA

Este año recibimos al dos mil veinticuatro en la cima de una montaña.
Vimos como los nubarrones del año anterior se alejaban deshaciéndose a lo lejos.
Vimos como la primavera empezaba a florecer en nuestro interior antes de tiempo.
Escuché a lo lejos la voz de mi amigo Pepo decir que, ya no toca navegar por aguas turbulentas.
Vimos como un frente de vida nos sonreía a lo lejos y a su vez descomponía las agitadas tormentas. 
Improvisamos una hoguera para quemar las ultimas mugrientas y nocivas memorias, el abuso y la ofensa de otras maquiavélicas experiencias.
Descubrimos que hay un sin fin de caminos por explorar sin necesidad de embarrarse los pies.
Buscamos la paz que nos había arrebatado la agonía de las sombras vanidosas y fraudulentas que se habían instalado en nuestro alrededor.
Buscamos y encontramos. Perdimos pero ganamos. Nos mintieron pero sin convencernos. Nos traicionaron pero no nos "enteramos". Nos falsearon pero les desnudamos. Nos flagelaron pero lo soportamos.
Se burlaron pero ya no estábamos. Nos despreciaron pero no nos enterraron. Nos encadenaron pero nos liberamos. Se mofaron pero no nos debilitaron. Nos difamaron pero no se consolaron. Nos degradaron pero al final nos auparon.  Y por fin, firmaron con las mismas lágrimas de cocodrilo que hace unos años pero con la mirada puesta en otro rebaño, buscando rostros impacientes y oídos menos exigentes, con el fin de atraer la atención, el morbo y la tentación y, de paso, mendigar con los mismos cuentos y  las mil veces repetidas historias de siempre. Y con este habitual bucle, se ocultaran otra vez en algún nuevo rincón durante algún tiempo. Infieles por naturaleza, enfermos de cuerpo, mente y alma. Nos desangraron pero nunca nos mataron. Nos crucificaron y los perdonamos. Y al final, se fueron y nos SANARON. Gracias dos mil veintitrés. Patxi Sagarna.




https://patxisagarnaiamraros.blogspot.com/2020/05/melodias-mudas.html