domingo, 5 de noviembre de 2017

SER FEA.”EL PRECIO QUE HAY QUE PAGAR POR SER INDEPENDENTISTA O FEMINISTA”

Reducir los argumentos políticos de una persona ,a su forma de vestir, a su peinado, a su supuesta higiene, o a la cantidad de pelo o “mata” que pueda albergar debajo de su atuendo o en determinadas zonas púbicas, y hacer comentarios altaneros sobre ello por la red, me parece ya el Apocalipsis . Cuando los esbirros de un sistema folklórico-político se ven en  la obligación de tener que esgrimir y utilizar esta metodología on line de desprecio, insultante, de intencionalidad humillante. Cuando alguien tiene que recurrir a estos míseros “argumentos”es porque algo le está sacando de sus casillas o le está haciendo perder el juicio y el control “patriótico ”. Pero esto no es de ahora, muchas mujeres y hombres afines a movimientos sociales, feministas o de izquierda, ya han sido blanco y objeto en más de una ocasión del rastrero discurso de la estética, de su indumentaria, de lo que puedan cobijar debajo de sus melenas, de la frecuencia con la que se depilan o de su dudosa feminidad . Y esto ocurre, en un Pais donde hay de todo menos higiene política, y en unos momentos, en los que el conflicto Catalán y algunos de sus actores o actrices de reparto, han sacado de sus cabales a más de uno, para así de esta forma, pasar a un estado de histerismo y paranoia sin precedentes(al margen de que uno sea independentista, españolista, ciudadano del mundo   o regionalista anónimo)
Parece ser, que en política es necesario (según algunos) tener cierta belleza forzada, determinado atractivo gansteril, marcas de ropa cara adquiridas con tarjetas Black, y aunque luego, tu actitud sea de lo más parecida a la de una película de capos sicilianos sanguinarios  tipo Toto Riina,o del arrogante  Lucky Luciano ,estas son(se supone) las condiciones y requisitos imprescindibles  para trasmitir la honradez, transparencia y humildad que se deberían necesitar para ocupar un cargo de este tipo . Uno de los tantos ejemplos de ello, fue la boda de la hija del entonces presidente Aznar, una pasarela de “elegantes” corruptos y corruptas implacablemente vestidos para la ocasión, unos “jeques “de la mafia bien engominados, unos terroristas kamikazes capaces de arruinar una nación sin pestañear, cualificados para vender a su madre si con ello conseguían algún tipo de favor, contrato  o chanchullo  económico a cambio. Lo más sucio y repugnante de esta sociedad, esos que se creen que con  un buen traje puede ocultar o disimular  la escoria que son y llevan dentro, esos y esas que piensan que con el olor de un caro perfume puede tapar el hedor putrefacto y corrupto que desprenden sus despreciables hechos, esos que nunca sabrán a que huele la verdadera elegancia, la decencia, el pudor, el feminismo, la ideología o la lucha, y mucho menos la honradez, esos que nunca sabrán a que huele… el ser simplemente PERSONA.

Para terminar (y ya lanzados al sarcasmo) sugeriría que en algunas sedes políticas, en vez de despachos, pondrían  disponer de quirófanos para practicar la cirugía estética o plástica de sus líderes,  porque estos exterminadores del pueblo, aparte de tener “elegantes” chaquetas para cambiarse según sople el viento del dinero, tienen cara para dar y tomar, una cara que nos cuesta a todos un ojo de la nuestra. Y ya de paso, aprovechar los servicios quirúrgicos  para hacerle una lobotomía al presidente del Gobierno, allegados, colaboradores  y demás aniquiladores del presente, del pasado y del futuro de un Pais. Hoy me comeré un bocadillo de callos con salchichas de mono con pelo y sin depilar.Patxi Sagarna